29 de Septiembre, 2009 - Muy distinta a la tierra de otros lugares, en San José, provincia de Misiones, se puede afirmar que el suelo es colorado. Allí en la entrada de la provincia, donde se cultiva y se prepara la tan conocida yerba mate “Don Bosco” el lunes 28 recibió las reliquias del “sacerdote turinés”.
La lluvias de las primeras horas y la bruma de la mañana no permitieron que el pueblo vecino de Pindapoy reciba las reliquias ya el camino estaba malo, pero sí llegaron a las 10.30 al cruce de las rutas 14 y 105 donde la Gendarmería aguardaba formada el paso del “vehículo oficial”. Cerca de las 10.45 Don Bosco llegaba a la Parroquia San José, del pueblo del mismo nombre. Primera capilla en la que se instalaron los salesianos cuando llegaron a estas tierras. Banderas blancas y amarillas adornaron el salón parroquial (más grande que el pequeño templo), donde se realizó una celebración con la presencia de los lugareños y los integrantes de las escuelas. Allí Juan Bosco recibió una ofrenda de flores que se la entregaron integrantes de la comunidad representados por la pobladora más antigua, el intendente y un policía.
Una hora más tarde, en la puerta de la iglesia se descubrió una placa en referencia a la visita del “Padre y Maestro de la juventud”.
Pasadas las 14, a seis kilómetros del pueblo, los alumnos del Instituto Agropecuario Salesiano Pascual Gentilini, esperaban ansiosos la llegada de las reliquias. Entre mate y mate formaron un cordón en la entrada del colegio, cada uno con flores en sus manos para ofrecerle a Don Bosco. La banda musical del colegio animó toda la jornada, pues no se privó de tocar en ningún lugar. Un homenaje sonoro ameno por parte de los chicos del Instituto.
Luego las reliquias visitaron Estación Apóstoles, Apóstoles y nuevamente el colegio, donde se celebró la misa central con la presencia de una multitud de exalumnos que visitaron al “Padre de la Familia Salesiana”.
Cada curso rindió su homenaje a Don Bosco que pasó un día con los jóvenes que viven en la semana allí. La jornada culminó con un fogón y una vigilia hasta después de la medianoche que emprendió su viaje para la capital correntina.
La lluvias de las primeras horas y la bruma de la mañana no permitieron que el pueblo vecino de Pindapoy reciba las reliquias ya el camino estaba malo, pero sí llegaron a las 10.30 al cruce de las rutas 14 y 105 donde la Gendarmería aguardaba formada el paso del “vehículo oficial”. Cerca de las 10.45 Don Bosco llegaba a la Parroquia San José, del pueblo del mismo nombre. Primera capilla en la que se instalaron los salesianos cuando llegaron a estas tierras. Banderas blancas y amarillas adornaron el salón parroquial (más grande que el pequeño templo), donde se realizó una celebración con la presencia de los lugareños y los integrantes de las escuelas. Allí Juan Bosco recibió una ofrenda de flores que se la entregaron integrantes de la comunidad representados por la pobladora más antigua, el intendente y un policía.
Una hora más tarde, en la puerta de la iglesia se descubrió una placa en referencia a la visita del “Padre y Maestro de la juventud”.
Pasadas las 14, a seis kilómetros del pueblo, los alumnos del Instituto Agropecuario Salesiano Pascual Gentilini, esperaban ansiosos la llegada de las reliquias. Entre mate y mate formaron un cordón en la entrada del colegio, cada uno con flores en sus manos para ofrecerle a Don Bosco. La banda musical del colegio animó toda la jornada, pues no se privó de tocar en ningún lugar. Un homenaje sonoro ameno por parte de los chicos del Instituto.
Luego las reliquias visitaron Estación Apóstoles, Apóstoles y nuevamente el colegio, donde se celebró la misa central con la presencia de una multitud de exalumnos que visitaron al “Padre de la Familia Salesiana”.
Cada curso rindió su homenaje a Don Bosco que pasó un día con los jóvenes que viven en la semana allí. La jornada culminó con un fogón y una vigilia hasta después de la medianoche que emprendió su viaje para la capital correntina.
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