miércoles, 13 de mayo de 2009

Don Bosco en la Casa General de las Hijas de María Auxiliadora - Roma


La fiesta de María Mazzarello en la Casa generalicia tiene este año un huésped excepcional.
En efecto, ayer por la tarde llegó la urna de Don Bosco que está circulado por las diversas comunidades sdb del mundo.

La Madre, las hermanas del Consejo General en sede, las hermanas de las dos comunidades: la de Casa Generalicia y la del Sagrado Corazón, acogieron con gran alegría y entusiasmo la urna.
«Con gran alegría filial damos la bienvenida a nuestra casa, la Casa Generalicia, la casa de todas las FMA, la urna de Don Bosco, que peregrina por los caminos del mundo: es un encuentro deseado y esperado, particularmente significativo en vísperas de la solemnidad litúrgica de Santa María Dominica Mazzarello, eco de un encuentro lejano, pero vivo y presente en el corazón de cada FMA». Estas fueron las palabras introductivas en el momento de oración celebrado en la capilla.

Esta mañana ha presidido la Misa don Joaquín D’Souza superior de la visitaduría María Sede de la Sapienza a la que pertenece la Universidad Pontificia Salesiana (UPS).
El encuentro entre don Bosco y la Madre Mazzarello dio origen a nuestro Instituto. Ambos supieron leer en el otro el camino de santidad y la presencia de la mano del Señor que los conducía hacia el bien de tantos jóvenes, chicos y chicas.
En la tarde de hoy estarán también en la Casa generalicia las hermanas de las tres comunidades que dependen de la Madre: Madre Ángela Vespa, Sor Valsé y Madre Canta, para un rato de oración totalmente salesiano.


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Mensaje para la fiesta de Santa María Dominica Mazzarello
S. Yvonne Reungoat



Queridas Hermanas:
Acabo de llegar de Tierra Santa y el corazón está lleno de gratitud por la oración y el afecto con el que me habéis acompañado, por la solidaridad que habéis testimoniado como signo de agradecimiento respecto al Instituto que amamos.

La bienvenida a Roma coincide con los días del triduo en honor de Santa María Dominica Mazzarello y con la acogida de la urna de Don Bosco; nuestro Fundador está en medio de nosotras no sólo con sus restos mortales, sino con su espíritu. Y descansa en Casa Generalicia precisamente el día 13, fiesta de nuestra Cofundadora. Aprovechamos esta coincidencia como ánimo a caminar tras las huellas de nuestros Fundadores, signos luminosos del amor preventivo de Dios.

Quien entra en Casa Generalicia encuentra una acogida verdaderamente singular: Don Bosco y Madre Mazzarello, como si estuvieran dialogando entre sí y con las personas que pasan por el vestíbulo. Delante de la imagen de María Auxiliadora.

Con la mente volvemos a ir al ambiente de Mornese, a la iglesita de María Auxiliadora en los Mazzarelli que conoce los diálogos de María Dominica niña y adolescente. Recorremos los senderos de Mornese hasta la entrada en el pueblo donde, en 1864, la gente acogía a Don Bosco que hacía su entrada en el caballo blanco puesto a disposición por Don Pestarino.

Imaginamos el diálogo del corazón que María Dominica haría viendo al Santo de los jóvenes. Rodeado por un centenar de muchachos, revelaba de forma evidente su misión de dedicarse hasta el último respiro para restituir la sonrisa, la dignidad, la alegría a sus vidas.
La misión de Don Bosco confirmaba las intuiciones apostólicas de María Dominica, constituía una bendición para sus pequeños proyectos, aprobados y sostenidos por Don Pestarino para el bien de las muchachas del pueblo.

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