La urna de DB en Santo Domingo

(ANS – Santo Domingo)- Procedente desde Puerto Rico el viernes pasado, 25 de junio, en la tarde llegaron las Reliquias Insignes de Don Bosco a Santo Domingo, Inspectoría de las Antillas (ANT) donde fueron recibidas por el padre  Inspector Víctor Pichardo y los demás miembros del consejo inspectorial.

Frente al monumento de Fray Antón de Montesinos, uno de los primeros misioneros cristianos en tierras americanas, en la avenida del puerto de la capital de la nación se le dio recibimiento a  Don Bosco. Después de la celebración de bienvenida la urna fue trasladada en procesión hasta la Catedral Primada de América Santa María la Menor donde la esperaba el Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez quien presidió la eucaristía de bienvenida de Don Bosco al país.

En la celebración eucarística además de una gran cantidad de sacerdotes salesianos, varios obispos y el nuncio apostólico, estuvo también presente el  Vicepresidente de la República Dominicana Doctor Rafael Alburquerque en representación  del presidente de la República y el presidente de la Cámara de senadores de dicha nación, Sr. Reinaldo Pared Pérez exalumno salesiano.

 En su intervención, al final de la Eucaristía, el Doctor Alburquerque expresó: “Don Bosco, cuyas reliquias hoy recibimos, sigue vivo, no sólo porque lo recuerdan con respeto y veneración los salesianos y las hijas de María Auxiliadora, sino también, y sobre todo, porque las obras que él concibió y creó, continúan funcionando y formando jóvenes por todo el mundo, amparando a los pobres y a los que sufren, e inculcando el amor a Dios y la fe cristiana por la vía de oratorios y parroquias.

Aquí, en República Dominicana su legado es inconmensurable. Testigos de su inmenso amor por los pobres son los Muchachos y Muchachas con Don Bosco, con doce centros diseminados por todo el país en donde reciben protección y educación niños y niñas de sectores muy vulnerables de nuestra sociedad. Centros juveniles, escuelas, dispensarios y proyectos de promoción humana han acompañado el caminar de Don Bosco por estas tierras de El Caribe.

No hay duda que Don Bosco sigue vivo, y sigue vivo para provecho de una juventud que se beneficia de sus aulas. Como Vicepresidente de la República me uno al regocijo que sienten al recibir a Don Bosco,  al mismo tiempo que expreso a toda la comunidad salesiana la gratitud del Gobierno y el pueblo dominicano por contar con una ayuda tan valiosa como la que ustedes aportan a los jóvenes dominicanos al difundir y poner en práctica el ideal y la obra de quien ayer se ganó y hoy continúa ganándose el corazón de los humildes”.

Después de la veneración  de la urna por parte del pueblo presente fue trasladada al Colegio Don Bosco de la capital pasando por la sede de la Casa Inspectorial donde sería puesta al público ese mismo día en la noche y el sábado el día completo.